La crisis energética que atraviesa Europa nos obliga a tomar medidas en casa para ahorrar energía y para ello es importantísimo que los niños se involucren en este cometido familiar.
La educación es fundamental para que los pequeños aprendan a consumir energía de una manera responsable.
En el colegio cada día incidimos en que es posible ahorrar con gestos sencillos, a modo de juego vamos introduciendo rutinas que aprenderán para siempre y que ahora también podemos empezar a poner en práctica en casa.

Las luces solo se encienden cuando hacen falta
Aunque pueda parecer lógico hay que enseñarles a encender y apagar las luces de una manera lógica y controlada. Si la luz del sol nos permite ver correctamente, la luz eléctrica nos sobra.
Tienen que ser conscientes de que es importante cerrar la luz de su habitación o del baño al salir.
Si se puede, vamos andando
Hacer un uso racional y responsable del coche es importantísimo. Por pequeños que sean entienden que el coche funciona con gasolina, que la gasolina se pone en la gasolinera y se paga a precio de oro en los últimos tiempos.
Además, el coche contamina mucho, por lo que si el trayecto es corto es saludable para todos que lo dejemos aparcado en casa y podamos ir dando un paseo.
También podemos valorar la posibilidad de comenzar a movernos juntos en bici o en transporte público, para ellos será un divertido juego viajar en autobús, metro o tren.
El grifo, siempre cerrado
Aprovecha las excursiones a la montaña para visitar un río o pantano y explicarles de dónde viene el agua y dónde se almacena para el uso en los hogares.
Solo tomando conciencia de que el agua dulce puede escasear debido a la sequía entenderán que debemos cambiar el baño por las duchas rápidas o que es importante cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes.
La tele, mejor apagada
El televisor es uno de esos electrodomésticos que siempre están encendidos en casa, incluso cuando nadie lo está viendo. Es importante que los niños entiendan que si no están viendo nada en concreto deben apagarlo, para que deje de consumir energía.
Ahorramos energía juntos en la cocina
La nevera es el electrodoméstico que más luz consume de la casa. Cada vez que lo abrimos estamos consumiendo energía extra ya que provocamos que el motor trabaje más.
Involucremos a los niños para que los frigorífico esté bien cerrado y solo se abran lo necesario y el lavavajillas esté siempre lleno antes de enchufarlo.
Hacemos juntos la colada
Involucra a tus hijos a hacer la colada. Utiliza programas de agua fría para la lavadora, no la uses a media carga y evita usar la secadora siempre que la ropa pueda secarse al aire libre.
De este modo estamos alcanzado dos objetivos: aprender tareas del hogar juntos y ahorrar energía en nuestro día a día.
Humanizar los aparatos eléctricos
Podemos explicarles que las luces se cansan, tienen que descansar, que dormir. Que los aparatos electrónicos tienen que comer, tienen que recargarse.
Como sabemos los aparatos en «stand-by» siguen consumiendo energía, por lo que podemos hacer que sean ellos los guardianes que vigilen que estén bien apagados los que no estamos utilizando.
Olimpiadas del ahorro
La familia al completo se va a marcar como reto ahorrar enegía el próximo invierno. Una idea es crear una tabla en el que marcar el tiempo que han tardado en ducharse o en lavarse manos y dientes.
Súper héroes del reciclaje
A partir de los dos años ya les podemos explicar porqué tenemos diferentes cubos de basura en casa y porqué cada uno tiene un color diferente. Poco a poco aprenderán a diferenciar los materiales de los que están hechos.
En una de nuestras excursiones a la naturaleza les podemos explicar cómo el reciclaje favorece a que las montañas estén más limpias y el aire sea más fresco.
Y sobre todo no nos podemos olvidar de que los pequeños aprenden por imitación por lo que nuestro ejemplo es importantísimo para que ellos.